Enfermedad de Parkinson y la dificultad al caminar
La marcha (el caminar) parkinsoniana es una característica propia de la enfermedad de Parkinson, especialmente en las fases medias y avanzadas. A menudo se considera que tiene un impacto mayor en la calidad de vida comparada con otros síntomas del Parkinson. Las personas con este tipo de marcha suelen dar pasos cortos y levantan poco los pies del suelo.
Los cambios en la marcha pueden ser temporales o continuos. Los cambios temporales, como la congelación de la marcha, pueden aparecer de forma repentina. Los cambios continuos son cambios que se producen todo el tiempo al caminar, como hacerlo más despacio de lo esperado.
Las características de la marcha parkinsoniana pueden variar de una persona a otra, pero hay algunos rasgos muy comunes que presentan la mayoría de las personas. Entre ellas se incluyen:
- Dar pasos pequeños y deslizando los pies
- Moverse más despacio de lo normal para su edad
- Festinación, es decir, pasos más rápidos y cortos de lo normal, que les resulte difícil para una vez que están caminando.
- Mover menos los brazos al andar
- Caídas frecuentes
- Congelación de la marcha
Las personas con enfermedad de Parkinson pueden perder a veces la capacidad de levantar los pies, lo que hace que se queden «clavadas» en el sitio. El bloqueo de la marcha puede desencadenarse por factores ambientales, como atravesar una puerta estrecha, cambiar de dirección o caminar entre la gente. También puede desencadenarse por emociones, especialmente ansiedad o sensación de prisa.
Metrónomo o música
Caminar al ritmo de un metrónomo o de la música puede reducir el arrastrar los pies, mejorar la velocidad de la marcha y reducir la congelación.
Visualización de la marcha; planificación
Antes de empezar a caminar, visualizarse dando largas zancadas y «ensayar» el caminar mentalmente. Esto puede ayudar a centrar la atención. También activa otras partes del cerebro, además de los ganglios basales, lo que, según algunos estudios, puede ayudar a compensar los bajos niveles de dopamina.
Mejorar la flexibilidad y la amplitud de movimiento. Mejorar la flexibilidad puede ayudarle a mejorar el equilibrio y la marcha, así como a reducir la rigidez.
Trabajar la fuerza. El entrenamiento de fuerza puede ayudar a mejorar el equilibrio, a caminar distancias más largas y a aumentar la velocidad de la marcha
Ejercitar el equilibrio. Realizar dobles tareas como contar los pasos a la vez que se camina, o bien mantener una conversación.
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- San Martín Valenzuela C, Moscardó LD, López-Pascual J, Serra-Añó P, Tomás JM. Effects of Dual-Task Group Training on Gait, Cognitive Executive Function, and Quality of Life in People With Parkinson Disease: Results of Randomized Controlled DUALGAIT Trial. Arch Phys Med Rehabil. 2020 Nov;101(11):1849-1856.e1. doi: 10.1016/j.apmr.2020.07.008. Epub 2020 Aug 12. PMID: 32795562.
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